La inocuidad de los alimentos, la salud de los animales y la preservación de los vegetales (medidas sanitarias y fitosanitarias) son aspectos que pueden tener distintas interpretaciones, según el punto de vista desde el que se mire. Para que términos como «alimento inocuo» sea igual en todas partes, cinco organizaciones internacionales (Organización Mundial de la Salud, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Organización Internacional de Epizootias, Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial) han aprobado una estrategia para ayudar a que países en desarrollo apliquen las normas internacionales sobre la inocuidad de los alimentos y la sanidad animal.
La nueva estrategia pretende fortalecer la tarea que lleva a cabo el Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (FANFC), un programa mundial pensado para dotar de asistencia técnica a los países en desarrollo en el ámbito del comercio y las medidas sanitarias y fitosanitarias. La esencia de este trabajo es ayudar a estos países a que aumenten sus conocimientos técnicos y su capacidad para aplicar las normas sanitarias y fitosanitarias internacionales. De este modo, mejoran la salud humana y la sanidad de los animales y plantas. No sólo garantizan un acceso a alimentos seguro, sino también abren el acceso a nuevos mercados. La ayuda va dirigida sobre todo a facilitar la aplicación de las normas internacionales elaboradas por la Comisión del Codex Alimentarius, la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria y la OIE.
El ámbito normativo es, precisamente, una de las principales dificultades de los países menos preparados económicamente para cumplir las prescripciones respecto a la exportación de alimentos, según varios estudios realizados por el Banco Mundial. Eliminar esta traba transfronteriza conllevaría una mejor aplicación de las medidas en materia de inocuidad alimentaria y sanidad vegetal y animal, además de mejorar el movimiento de alimentos entre países. Los estudios avalados por el Banco Mundial indican que las exportaciones de África de frutos secos, carne y otros productos agrícolas podrían aumentar de forma considerable sólo con la participación económica anual de EEUU en la elaboración y aplicación de normas internacionales. También aumentarían las exportaciones africanas de bananas si los países siguieran normas internacionales sobre residuos de plaguicidas.
La falta de un sistema eficaz de control sobre alimentos importados dificulta, en muchos países, el acceso a productos inocuos Desde 1995, la Organización Mundial del Comercio (OMC) asume la asociación entre las normas internacionales creadas a través de las organizaciones internacionales citadas y sus propias normas, establecidas en el Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF). El papel que juega esta organización, junto al Codex y la OIE, es decisivo en la elaboración de normas internacionales sobre inocuidad de los alimentos. ¿Qué dicen estas normas? Que deben reducirse las diferencias de las medidas sanitarias y fitosanitarias entre países. ¿Cómo? Facilitando información sobre los principales problemas, como peligros biológicos y químicos en la etapa de producción que afectan a la salubridad de los alimentos.
En este ámbito preocupan especialmente enfermedades como la salmonelosis, enfermedad de origen bacteriano transmitida por alimentos más común en todo el mundo; Escherichia coli, uno de los principales huéspedes del tracto gastrointestinal de la mayoría de mamíferos; Listeria monocytogenes, que se ha convertido en los últimos 25 años en uno de los principales agentes patógenos transmitidos por alimentos; o la campilobacteriosis, una de las enfermedades bacterianas de mayor importancia que transmiten los alimentos a las personas. Conocer en todos estos casos el funcionamiento de cada uno de estos problemas es esencial para aplicar métodos de prevención adecuados basados en normas que garanticen el acceso a alimentos seguros.