Las aplicaciones de las almendras como un suplemento nutricional natural para determinadas patologías ha aumento. Estudios publicados en el Journal of Nutrition de Estados Unidos demuestran que las almendras ayudan a frenar la subida de azúcar en la sangre mientras que proporcionan antioxidantes que acaban con los radicales libres que todavía restan. Estos efectos benignos tienen una especial importancia para las personas diabéticas y aquellas con enfermedad cardiovascular. Los investigadores determinaron también que combinar el consumo de almendras con alimentos de alto índice glicémico reduce el aumento de azúcar en la sangre después de la comida.
Segmentos dentro de la industria como la confitería llevan muchos años utilizando almendras en sus productos, motivado quizás por el perfil del sabor y la facilidad de procesado, pero el conocimiento de las propiedades nutritivas está abriendo este fruto seco a más cantidad de segmentos de la industria. Igualmente en Europa la industria de panificación y los helados contienen almendras en sus recetas desde hace siglos incluso. Pero el principal atributo que hace que este fruto sea tan especial es que combina sabor, textura y versatilidad con nutrición.
Esa combinación de atributos positivos se junta también con su facilidad de consumo. Mientras que retirar su cáscara es más tedioso, la amplia variedad de formatos de este fruto listo para consumir es grande, y con el conocimiento de sus propiedades comienza a ganarse un hueco entre los snacks que se consideran saludables. Clasificadas como un súper alimento, las almendras tienen un alto potencial en muchos sentidos, y no es de extrañar que la adaptación de este producto a los gustos y formatos regionales sea cada vez mayor, siendo cada vez más accesible a todos.