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domingo, 26 de abril de 2020

Los riesgos de la miel para los bebés

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De entre los posibles alimentos que pueden causar botulismo infantil, la miel es el que con mayor frecuencia se ha vinculado a casos de esta enfermedad. Esta patología, aunque poco frecuente, afecta sobre todo al sistema nervioso y está causada por las esporas de la bacteria Clostridium botulinum. 


La miel es un alimento muy seguro en términos sanitarios siempre y cuando se le aplicen exhaustivos controles higiénicos durante su extracción, procesado y envasado. Aunque las ventajas de este alimento son numerosas gracias a sus cualidades nutricionales, deben tenerse en cuenta ciertas consideraciones antes de consumirla cruda. La miel es el néctar que se obtiene de forma directa de las flores, por lo que puede contener sustancias químicas que pueda haber en las flores, además de esporas de Clostridium botulinum, la causante del botulismo.

Ante la imposibilidad de garantizar la ausencia total de esporas de la bacteria, es recomendable que los niños menores de un año no tomen miel para evitar posibles riesgos. En adultos, en cambio, apenas se detectan peligros derivados del consumo de miel. Y es que algunas impurezas que puede contener son pequeñas trazas de polen, cera de abejas u otros fragmentos de sedimentos que, por otra parte, no plantean ningún riesgo para la salud de los adultos.


Edad y botulismo


Un niño de un año es particularmente susceptible al botulismo, porque su sistema inmunológico no está del todo preparado para defenderse de los microbios. Si se consume miel contaminada por esporas de Clostridium botulinum, el riesgo de infección es posible. La edad es, el único factor de predisposición reconocido en el botulismo infantil y que, de acuerdo con los datos aportados, la mayor parte de los casos que se registran se producen en pequeños de edades entre 1 y 52 semanas.

Se calcula, además, que la mínima dosis infectiva de esporas de la bacteria que puede desencadenar los síntomas está entre las 10 y las 100 esporas. Durante el primer año de vida, la inmadurez de la flora intestinal de los bebés facilita que las esporas de Clostridium botulinum pasen a formas vegetativas que liberan neurotoxinas cuando llegan al intestino grueso. A partir del año de vida, las defensas empiezan a ser más eficaces y ya pueden eliminar las esporas.

A pesar de que no se conocen con precisión los mecanismos de contaminación, se sabe que las esporas de Clostridium botulinum son muy comunes en el medio ambiente y se encuentran distribuidas en el suelo y en los sedimentos acuáticos de todo el mundo. No hay tratamientos para aplicar en la cosecha o en la producción de miel para acabar con estas esporas y los métodos de procesado no son una garantía de que se eliminen ni en la miel ni en algunas infusiones de especies vegetales.

Una de las medidas adoptadas para disminuir el riesgo es, además de evitar dar miel a niños menores de un año, incluir en la etiqueta esta información, así como evitar determinadas prácticas como mojar el chupón con miel.

Otros alimentos no recomendables para bebés




Además de la miel, hay otros alimentos que, con el fin de prevenir ciertos riesgos, es recomendable no dar a los menores de un año. Algunos, como la sal o el azúcar, responden sobre todo a criterios nutricionales.

Para otros, como el pescado o alimentos crudos, los motivos son distintos. Algunos pescados (pez espada, tiburón o atún rojo) están desaconsejados porque pueden contener cantidades de mercurio que podrían afectar el sistema nervioso de los bebés. Los crustáceos como gambas o langostinos no son convenientes por su capacidad para aglutinar cadmio, otro metal pesado con facilidad para acumularse en el organismo.

Se recomienda también, por precaución, no incluir las espinacas ni las acelgas en los purés de los bebés menores de un año con el fin de reducir la exposición a nitratos en esta población sensible. En el caso de que se incorporen estas verduras antes del año,se recuerda que "el contenido de espinacas o acelgas no debe ser mayor del 20% del contenido total del puré". Tal y como informa, los nitratos se encuentran de forma natural en hortalizas de hojas verdes y, aunque son poco tóxicos, sí afecta de manera especial a los niños de corta edad expuestos a altas concentraciones de nitratos a través de la dieta.
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Redacción

Redacción Oficial Laboratorio de Alimentos

 

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